lunes, 30 de agosto de 2010

Proveniencia.

Quiero salir de aquí. No aguanto más. A la mínima oportunidad que tenga, me alejo. Todo lo que pueda. Necesito desconectar de ver siempre las mismas caras. Las mismas personas que me hicieron una imposible existencia. De las mismas calles, los mismos sonidos, los mismos olores. NECESITO VER GENTE NUEVA, VISITAR LUGARES NUEVOS.

Es algo que mis padres no entienden. Queriéndome para siempre en éste agobiante lugar, donde nada cambia, donde nada interesante ocurre. No me quieren en una universidad lejana, aunque vaya a ser mejor para mi futuro. Cuando le digo a mi madre que tengo planeado irme a vivir a Londres cuando termine los estudios, me responde con un: '¡Si hombre!'. Cuando le digo que quiero hacer un intercambio de verano en Inglaterra, niega con la cabeza. ¿NO QUIERE QUE ME VAYA BIEN? Lo que a uno le gusta, nunca se lo pueden dar. NUNCA.

No me gusta España. No es que os odie, ni que me caigáis mal, al contrario. Es solo... el lugar. Nunca he sentido honor u orgullo de ser española. Nunca en mi vida. Siempre he sentido que aquí no soy bien recibida. Que realmente pertenezco a otro lugar, dios sabe donde.

Porque, ¿de dónde venimos? ¿A dónde iremos a parar? ¿Dónde estaremos dentro de cinco años? ¿Seguiremos... vivos? ¿Y dentro de veinte, tendrás un buen trabajo y una familia o estarás más sol@ que la una?

El futuro, esa parte del tiempo que nadie conoce con exactitud. La que todos temen muy adentro, aunque no quieran admitirlo. La que nos llevará al final de nuestros días, pasando por un camino liso o empedrado. La que disfruta con nuestras caras de sufrimiento al meternos en problemas. Si... porque eso es el futuro.

La sabia proveniencia de los cuerpos. Cada uno es diferente, cada uno conserva signos de vidas distintas. Y la próxima... llevo tiempo pensándola.

Porque yo creo que existe un término llamado reencarnación, más allá que en unas simples páginas de diccionario.


No hay comentarios:

Publicar un comentario