miércoles, 23 de febrero de 2011

Personas.

Esta historia que te cuento es como un grito. Una voz desesperada que grita pidiendo auxilio; auxilio por no ver nada que me llene en el camino - auxilio por ver que hay mucha falta de cariño. Pasan cosas, cambian otras, ley de vida tal vez todo se acaba.

Miro ahora a mi alrededor; veo miles de vidas que no sé cómo son. Cada uno su historia, cada uno su rol - somos solo personas. Unos que viven mejor porque usan el afecto como el primer valor; otros que andan a golpes con su corazón
y no cuidan su vida. Solo quiero regalar un trocito de mi verdad. Solo quiero entregar todo lo que he pasado, lo que llevo guardado en mí.

La vida es esto a pesar de mis complejos: quererme a muerte y poder querer al resto, respirar, que me salga desde dentro y de verdad. Que ser feliz es solo un sueño, un falso invento, que solo existe poder serlo por momentos - nada más, que esta vida es lo mas grande, es la verdad. Somos un trozo de vida, la parte mas viva del gran universo y también lo peor. Virtud y caída, verdad y mentira con capacidad de dar amor... eso es lo que quedará.

Somos un trozo de amor como un saco de llanto, de risa y temor. Somos muchas películas, distinto guión - somos solo personas. Unos que quieren ser dios; otros viven contentos siendo lo que son; otros luchan su trozo; otros lloran su horror - que somos solo personas. Estas enfadado con todo lo que hay cerca de ti. Nunca te has gustado, y vives exigiendote al maximo siempre; tu solo eres culpable de que ahora tu te veas así. ¿Por qué no te quieres aunque sea solo un poquito? ¿Por qué no eres tu mismo y no algo parecido?

La envidia es el deporte nacional en este puto mundo. Sabéis de todo y os encanta hablar... bla, bla, bla. No puedo más, teneis cero de criterio llenos de resentimiento, que pena me da. Sales a la calle y todo el mundo parece tan despreocupado y a nadie le apetece pensar en ti. No se dedicarte ni una sola palabra, me ha costado tanto descubrir la manera de no existir...

Y poco a poco yo le planto cara al miedo. Quité cobarde, por "yo quiero, puedo hacerlo". Y confiar, y salir de mí escondite así sin más. Estar tan sola y no gustarme fué el lamento, el lado fácil de perderme hasta el respeto. Y yo soy más, no soy solo un comentario - valgo más. A veces gritas des de el cielo queriendo destrozar mi calma. Vas persiguiendo como un trueno para darme ese relámpago azul, y ahora me gritas des de el cielo pero te encuentras con mi alma. Conmigo ya no intentes nada, parece que el amor me calma. Hoy vuelvo a encontrar mi corazón que lo tenia escondido dentro de un cajón, y lo pasé tan mal mirando alrededor, estando tan perdida falta de ilusión, cerca del peligro, sin equilibrio y perdiendo el norte.

Y hoy me pregunto por qué me quise tan poco y me encerré dando vueltas y vueltas a algo que yo creé. Y por pensar tengo un millón de cicatrices, soy un escudo, soy hipersensible, una barrera al corazón. Y no me gusta haber estado así de triste... por paranoias yo me hice esas heridas en mi interior.

Somos un trozo de vida, la parte mas viva del gran universo y tambien lo peor. Virtud y caída, verdad y mentira
con capacidad de dar amor... eso es lo que quedará.
El Canto del Loco

sábado, 12 de febrero de 2011

Absurdo.

Todo lo es.

Gracias por los ánimos. Gracias por las esperanzas, por las sonrisas y por las lágrimas. Pero todo tiene un tope, un límite contra el que chocamos y no tiene salida. Se ha terminado.

Sabéis... creía que podía. Creía que realmente iba a poder levantarme y destrozar la piedra que impedía que continuara avanzando. Pero lo único que he conseguido es romperme la mano. La piedra sigue ahí, y yo ahora estoy débil. Débil, llorando porque el golpe duele. He decidido desistir, sentarme, esperar a que pase o que alguien me traiga un calmante que funcione de verdad. Pero al fin y al cabo, esperar. ¿Por cuánto tiempo? Indefinido.

Odio que la gente me siga mintiendo. Todo lo que he escuchado éstos últimos meses ha sido 'todo saldrá bien'. En serio... lo creí. Pensaba que todo iba a mejorar. Pero es inútil que me lo sigáis diciendo, en general. Ya no creo en nada más.

He estado esperando todo este tiempo para ver si podía traer buenas noticias a éste blog. Un poco de felicidad a éstas pesimistas publicaciones. Pero siento decepcionaros, otra vez.

Las cosas no solo no mejoran, sino que van a peor. Sigo teniendo éste miedo escénico, éste horror a que sea el centro de atención. Suelo ponerme pálida, sudorosa y me entran temblores. El asma no ayuda mucho, porque juro que un día de estos me da un ataque. De los de verdad.

No pasa ni un solo día en que no me encierre en el baño y llore hasta quedarme seca. Aprovecho cuando me entra el bajón y lo saco todo. Pero, por mala suerte, no tengo mucho tiempo hasta que mis padres me llaman para volver a ayudar con algo de la casa. Mi madre se cayó en la escalera este Lunes pasado y se rompió el pie. En el mismo día, una operación, cuatro tornillos y veintiuna grapas. No puede moverse por dos meses. Mi hermano tiene clase día y tarde y mi padre trabaja hasta la noche. Eso significa que solo quedo yo para hacer las tareas domésticas, lo que ocupa un montón de tiempo si contáis que también tengo clases, hacer trabajos, estudiar e ir a la academia de inglés. Es demasiado, no puedo. Ha sido la gota que ha colmado el vaso. Y he estallado. Parece que todo sucede a mi alrededor - mi tío murió el 31 de Diciembre, mi padre ha tenido un pre-cáncer por fumar pero no lo deja, y ahora mi madre se queda inválida por un tiempo. ¿Realmente creéis que se puede vivir así? Yo no puedo, no por ahora.

Además, odio mis estudios. Odio el bachillerato humanístico. Odio Literatura, Griego y Latín. No me sé nada, no me puedo concentrar en clase y lo estoy suspendiendo todo. La semana que viene tengo cuatro exámenes y, sinceramente, lloro solo de pensarlo. Odio decepcionar a la gente, y los profesores se creen que no me da la gana estudiar y que solo soy vaga para ponerme a trabajar. Voy a suspender todo y repetir, cosa que no me ha pasado en la vida. Gracias, Alba, por insistir en ayudarme a estudiar, pero es que no quiero. No quiero estudiar. No así. Estoy harta de todo y estoy al borde del colapso. Necesito tiempo para ponerme bien, descansar; pero como continúe así no creo que mejore mucho mi situación.

Y... todo esto me ha hecho dejar de comer. Nunca tengo hambre, cosa rara en mí. Sólo desayuno y como al mediodía. Nada más. Sólo en ésta semana me he adelgazado tres quilos. Y siendo sincera, no me importa. Quiero adelgazar más, incluso he pensado en conseguir pastillas, aunque no sé cómo. Actualmente peso 51.

Empecé a ir a la psicóloga del instituto, pero no me ayuda, porque no me entiende. Quiere que me haga un horario de estudio y lo cumpla. A ver... ¿cómo? No tengo tiempo para nada. Además, como he dicho antes, no quiero estudiar. Desisto. Durante un tiempo, al menos. Y le voy a contar todo ésto en la próxima cita, quiero que me envíe a un psicólogo de verdad o incluso no diría que no a una clínica.

En serio, gracias por los ánimos, pero se ha acabado. No voy a escuchar a nada más que me digan, porque he dejado de creer, creer en mí misma. Puede que eso de 'todo saldrá bien' funcione en otras personas, pero no en mí. Conmigo, la frase 'por más que lo intentes todo saldrá peor', sería la más adecuada.