martes, 19 de octubre de 2010

Veo, veo.

¿Qué ve ella?

Mente abierta, curiosidad. Se abre camino a través de la enorme fila de gente que espera para subir al autocar. Examina cada cuerpo, cada rostro. ¿Qué le dicen? Una vida tras otra, un lugar de partida con destino diferente. Pasados, recuerdos, experiencias. Familias, hogares, países, culturas; un rasgo único pero a la vez, idéntico.

El autocar está casi vacío. Sólo un joven, un abuelo, una chica discapacitada y dos mujeres de mediana edad ocupan sus asientos. ¿Qué casualidad tan remota y distinta? El vehículo arranca. Está rodeada de sombras invisibles que la observan. Y ella está dispuesta a soportar las miradas. Abriendo el iPhone, suena su canción favorita. Sus ojos se dirigen al otro lado del transparente cristal... y cruza su mirada con un humano.

¿Qué piensa? Juega al 'veo-veo', sin esperar respuestas a sus preguntas. En pocos segundos examina su persona. Es un hombre, diecinueve años quizás. Y tras eso, viene realmente el verdadero juego. ¿De dónde viene? ¿Tiene algún hermano/a? ¿Qué ha vivido durante todos éstos años? ¿Y sus amigos? ¿Cómo piensa; qué tipo de personalidad le embarga por dentro? Y sobretodo... ¿a dónde va? No lo puede saber, claro está. Pero se lo imagina. Se imagina una vida totalmente distinta a la que ella lleva. Con nuevos pensamientos, ideas y conocimientos. Y se hace un esquema mental de cómo en realidad le gustaría ser. Cambiaría muchas, muchísimas cosas de su persona. Muchísimas experiencias y vivencias, y la manera de cómo encajarlas. ¿Realmente cambiaría... si pudiera?

El hombre desaparece de vista. Quizás le volverá a ver otro día, o quizás no. Todo da muchas vueltas; y el tiempo pasa muy deprisa. El autocar corre ahora a través de las grandes llanuras de verde florido que rodean la costa. Y un sentimiento de culpa la embarga por dentro. ¿De verdad será capaz de alejarse de todo aquello? ¿De todos los sitios a los que alguna vez ha llamado 'hogar'? ¿De la superficie de la Tierra que le ha pertenecido desde el inicio de sus días?

Preguntas, y más preguntas. Tendemos a cuestionarlo todo. Y eso es exactamente lo que ella ha hecho siempre... preguntar. Aunque no haya respuesta; y aunque no le importe, ni le aporte nada, ni vaya a encontrarla.

2 comentarios:

  1. Me encanta, en serio. Esa chica hace lo mismo que yo. Intentar imaginar que preocupa a las personas que coinciden con ella en el ascensor de su edificio, en el autobús; de camino al instituto... ¿serán afortunados? ¿o se sentirán miserables?

    Saludoos ;D

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  2. hola! si! esta genial!
    Todos nos preguntamos lo mismo de las personas.. vas caminando sin fijarte en nada en concreto, y de pronto te encuentras haciendote preguntas sobre alguien o algo que no puedes contestar..
    Lo mas curioso es: Alguien estara haciendo lo mismo con nosotros?

    Salu2!

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